Las subastas de lote (también llamadas remates en algunas regiones hispano parlantes) son ventas realizadas en actos públicos organizados por empresas especializadas en el ramo. Allí se ponen a la venta diversos tipos de bienes, tanto muebles como inmuebles, agrupados en lotes.
Cada lote tiene un precio de base o inicial que es el valor con el que comienza la puja el ganador será quien haya realizado la mayor oferta por el bien. También existe la modalidad, de subasta de lote sin base y al mejor postor, en este tipo de venta, el lote no tiene un precio inicial o de base pre fijado si no que la puja se inicia con el monto que establezca el primer oferente y el remate lo gana la persona que haya realizado la oferta más alta.
Los lotes se arman de un solo objeto o de varios, sin importar demasiado si son objetos similares o no, eso depende de los criterios de cada casa de remates. Se pueden encontrar en las subastas de lote diferentes tipos. Desde un lote de un vehículo, por ejemplo a un lote de varios vehículos. También se pueden comprar casas, artículos de oficina, instalaciones comerciales, ropa, libros, etc.
Un pre concepto que tiene habitualmente la gente respecto a los remates es que en las subastas de lote se venden cosas viejas y sin valor. No existe afirmación más alejada de la realidad que ese.
En efecto, dentro de una subasta se pueden encontrar objetos nuevos y sin uso, quizás porque el fabricante así quiso vender un excedente de producción o quizás la mercadería provenga de una incautación aduanera por contrabando, siendo en tal caso el Estado que saca a la venta en subasta los bienes incautados.
En cuanto a la pre concepción de que las cosas viejas carecen de valor, basta sólo con consultar a un anticuario (especialista en venta de antigüedades) y verán que muchas veces lo que a simple vista es algo viejo y sin valor puede llegar a ser un verdadero tesoro, no sólo por el precio si no también por el significado que la pieza puede tener para un determinado período de la historia en determinados lugares del globo. Los precios que se pagan por juguetes antiguos, libros, monedas y vajillas antiguas pueden ser astronómicos.
Un capítulo aparte merecen las obras de arte, toda casa de subastas que se precie de tal debe tener un departamento especializado en el tema, con gente capacitada para tasar las obras y descubrir eventuales falsificaciones.
Otro lugar especial en las subastas de lote debe ser reservado para los coleccionables, es decir aquellos objetos que comúnmente son coleccionados por la gente, desde la numismática (colección de monedas), pasando por la filatelia (colección de sellos postales) hasta aquellas colecciones menos ortodoxas como pueden ser la historietas de Superman (se pago una cifra increíble por el primer número de la revista).
Te sugiero, si aún no lo has hecho, que visites una subasta de lote, aún si no quieres comprar nada, es una experiencia maravillosa y te aseguro que algún lote te tentará.
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